Lucía

Lucía

lunes, 7 de febrero de 2011

Aquel día de Octubre de 2002

Como siempre, me encontraba yo una vez más sola en el patio de mi casa
jugando en la acera con la arena. Quería coger la pala y cavas un hoyo donde contruir un castillo.
De repente el sonido de unas ruedas de un cochecito de bebé me hizó darme la vuelta y contemplar en otro lado de la calle.

Una madre llevaba a sus dos hijos de paseo, me fijé en el niño del carrito, un bebé de unos siete meses y a su lado una niña de unos cinco años de edad. La niña se me quedó mirando confundida y yo también a ella.

Se separó sin dudarlo del carro de su mamá y cruzó la calle corriendo, yo la miraba, miraba como mi ñañaña avanzaba hacía mí y sonreía mostrandoi unos dientes de leche casi perfectos. Cuando se dirigió hacía mí sentí una sensación indescriptible, solo puede reaccionar cuando soltó un alegre y simpático:

- ¡Hola! - ¿Puedo jugar contigo? Dijo soriendome de nuevo.

Me quedé tan sumamente absorta en aquella carita blanca y sonriente que no me salían las palabras cogí aire y con una sonrisa la repondí:

- ¡Sí, claro que puedes jugar conmigo!

Su madre cruzó la calle con  el bebé jugando en el carro, y me dijo alegremente:

- ¡Hola!

Su madre era muy simpática conmigo (Y lo sigue siendo)

- ¿Cómo te llamas? - Dijo la voz de la niña

- Yo me llamo Lucía, ¿Y tú? - La pregunte

- Me llamo Andrea - Dijo con una sonrisa

- Pues bien Andrea ¿A qué te apetecé jugar?

- A lo que estabas jugando tú - me sonrió de nuevo

Después empezó hacer cada vez más frío y ella me dijo que me fuera con ella a su casa.Vivía en la casa de los enanitos, una casa que siempre me había llamado mucho la atención.
Al entrar puede observar que tenía columpios, rocas y un estanque. Nos pasamos toda la tarde jugando de aquí para allá. (Todavía el día de octubre del año pasado, agarradas de la mano, recordabamos como jugamos aquella tarde.)

Al anochecer, cuando volvió su padre del trabajo, me fuí, sin embargo ella me abarazaba llorando y suplicando que no me marchará, yo para consolarla y que dejará de llorar la dije:

- No te preocupes Andrea, mañana empezará otra nueva aventura...

Esa es la historia de la tarde que conocí a mi hermanita pequeña, mi niña, mi vida....Mi Ñañaña <3

La tarde del 20 de Octubre del 2002.

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